Hace
15 años, en una conferencia, el Vicepresidente de Marketing de Coca Cola en el
Campus León del ITESM de México, nos inquirió sobre cuál era el sueño de ese
refresco de cola. Se hizo un silencio en el auditorio y muchas personas dieron
diversas opiniones, pero ninguna fue la correcta. El Vicepresidente de
Marketing, a la sazón mexicano, dijo que sin un sueño inspirador no serían
posibles las altas ventas de Coca Cola. A partir del sueño, variaron todos los spot comerciales, tanto
impresos como de radio y televisión. El Vicepresidente de Marketing proporcionó
el sueño que hace algunos años inspiró a la Coca Cola:
“Qué por la llave del agua de
nuestras casas, salga en vez de agua, Coca Cola”
Una metáfora brillante.
Por supuesto no podemos hacer que salga Coca Cola en mi llave doméstica de
agua, pero sí que tengamos Coca Cola todo el día. Después de eso se creó el
envase con un litro y medio y después de dos litros. Las altas ventas de Coca
Cola no se hicieron esperar.
Una
planeación estratégica, no tiene caso,
si no se tiene un sueño inspirador que sea del conocimiento de todo el
capital humano de la organización. El sueño inspirador, aclara los objetivos
estratégicos y las metas que año con año se deben de cumplir, de igual manera,
también aclara el “negocio” de la organización.
Juventino Martinez Arce
2008
Juventino Martinez Arce
2008
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